Debido al desgaste del sol, la lluvia, el viento y demás agentes en el ambiente, nuestras rejas necesitarán cada cierto tiempo de cierto retoque de pintura, para así, evitar cualquier tipo de corrosión y oxidación del metal, un trabajo el cual necesitaba de gran tiempo y paciencia para realizarse.
Pero eso cambió, pues ahora te enseñamos a pintar tus rejas o verjas con la ayuda de tan solo una esponja común, así que esta se convertirá en una labor simple y rápida que todos podrán hacer.
¿Qué necesitamos?
Siempre el tiempo se ha convertido en el principal obstáculo para embellecer nuestras rejas en el hogar. Viendo esa gran cantidad de barrotes, cualquiera lo pensaría dos veces antes de encaminarse en realizar el trabajo. Sin embargo, con este método que solo implementa una esponja, notarás la facilidad y rapidez del proceso.
Además, la cantidad de herramientas y materiales es muy pequeña y fácil de encontrar en tu propio hogar, para ello necesitas:
- Papel periódico.
- Una esponja común.
- Cinta adhesiva o de carrocero.
- Pintura de tu preferencia.
- Guantes de látex.
Paso a paso
Con este método notarás como el mantenimiento de tus rejas se reducirá a menos de la mitad de lo habitual. Y además de tiempo, ahorrarás gran cantidad de pintura. Comencemos:
- El primer paso siempre será escoger el color de pintura que deseamos utilizar, por lo que se recomienda utilizar una pintura del mismo tono o aún más oscuro del que ya posee la reja. Si al contrario el color es más claro, con una doble mano de pintura la superficie que queremos pintar quedará como nueva.
- Si la reja es de hierro, es importante percatarnos que la pintura sea un esmalte para hierro y antioxidante. De esta manera, podrás aplicarla directamente sobre una posible capa de óxido, y así resolver varios problemas como el óxido, resistencia y acabado al mismo tiempo.
- Al momento que decidamos pintar nuestra reja, debemos percatarnos de que ellas no posean un rastro de óxido o pintura levantada. Pero si en cambio, tiene estos residuos una forma de eliminar cualquier indicio es mediante una lija o cepillo de metal. Aunque si no es el caso, puedes pintar sobre ella sin ningún
- Ya con la pintura y las rejas limadas, procedemos a poner papel periódico tanto en el suelo como en la pared si la reja proviene de un cuarto, y fijarla con la cinta de carrocero. Cabe destacar que con esta técnica el goteo y salpicadura de pintura se reducirá significativamente y tendremos menos que limpiar luego de culminar el trabajo.
- Ya el próximo paso es utilizar los guantes de látex en cada mano y proceder a utilizar la esponja y pintura.
- El proceso al pintar debe ser sutil y seguro, la esponja se sumergirá por la parte de bajo en la pintura y se aplicará con comodidad pero sin excesiva presión sobre las rejas, adaptándose fácilmente mediante el relieve de la superficie a pintar hasta acabar a cabalidad cada barrote.
- Después de unas 8 horas de haber realizar el proceso, será momento de comprobar que la pintura esté perfectamente seca al tacto, y ya para pasadas las 16 horas puedes tomar la decisión de realizar una segunda mano de pintura o no de acuerdo a como se vea esa primera capa. Algo que normalmente no será necesario si empleas este estilo de trabajo con esponja.
Cabe destacar que este mismo proceso también puedes realizarlo con un calcetín, con resultados totalmente parecidos. Además, la esponja tiene un amplio abanico de usos en diferentes superficies como la madera para barnizar.